Cuando alguno de los hijos de un asegurado se saca el carnet de conducir y éste pretende utilizar el vehículo del titular de forma ocasional, se plantea el siguiente dilema dentro del hogar, ¿qué hacer?
Las alternativas que se presentan normalmente son tres:
- Incluirle como conductor en la póliza
- Incluirle como conductor ocasional
- Que no figure en la póliza
Antes de explicar los pros y contra de estas decisiones, aconsejamos que nos consulte toda la información sobre coberturas y prestaciones de los distintos seguros en el mercado, y para ello nada mejor visitarnos en nuestra oficina o llamarnos por teléfono con lo que conseguiremos ahorrar tiempo y encontrar la información precisa y la póliza con la mejor calidad-precio.
Ahora, comenzaremos a explicar la opción que mayores inconvenientes supone en caso de sufrir un siniestro, es decir, cuando el conductor que sufre o provoca el accidente no aparece como tal en la póliza.
En principio, un seguro “a terceros” debería cubrir los daños o lesiones que se puedan producir a terceros, siempre con independencia de quien sea el conductor. Decimos en principio, ya veremos el porqué.
Los daños”propios” correrían a cuenta del titular del seguro, como pasaría si fuese éste quien sufrió el siniestro. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que el parte de siniestralidad perjudicará a partir de ese momento al titular de la póliza, ya que perdería las bonificaciones o descuentos que tuviera, y aunque no se diesen siniestros, aquel que conduzca sin figurar en la póliza jamás adquirirá ningún tipo de bonificación futura a la hora de ser titular de una.
Sin embargo, las cosas podría ser peor, ya que hay muchas compañías que pueden entender el asunto como un “engaño” a la compañía, y por tanto una “actuación con mala fe”, eludiendo cualquier responsabilidad y teniendo que correr el titular de la póliza con los gastos de los daños producidos en el vehículo y ocupantes siniestrados, y en el peor de los casos se verá desprotegido ante las acciones judiciales de aquellos terceros.
Por supuesto, en el caso de los seguros “a todo riesgo”, éstos no se harán responsables de ningún tipo de daño, ni propios ni ajenos, porque tiene cláusulas que disponen quién debe ser el conductor del seguro y que tan sólo responderán por las conductas de éste.
Cuando el conductor aparece en la póliza como “conductor ocasional”
El conductor novel aparece como conductor ocasional en la póliza y sin embargo, conduce el vehículo con asiduidad.
Hay muchas compañías que “aceptan” ésta opción, aún a sabiendas (no creamos que las estamos engañando) de que el conductor ocasional no lo es tanto. El incremento de la prima aumentará, aunque no del mismo modo que si fuese cotitular asiduo. Sin embargo, debemos ser conscientes de que esta situación debe ser tan sólo temporal, pues no todo son ventajas.
El conductor ocasional no adquirirá bonificación, y cualquier parte de accidente que produzca perjudicará de forma directa al titular del seguro, pero además, las compañías cuentan con ciertas cláusulas en este caso por las que el titular tendrá que abonar el primer o segundo tramo de los daños ocasionados por el conductor ocasional.
Aparición del conductor novel como conductor habitual en la póliza.
Es decir, hacer las cosas como deberían hacerse, con la legalidad por delante.
Es cierto que muchas compañías no le querrán asegurar a “todo riesgo” y de hacerlo, el coste puede ser desorbitado. Lo más típico es asegurar el coche a terceros hasta adquirir cierto “currículum” de falta de incidencias, y aumentar la cobertura de su seguro.
Pese a las desventajas que ésta opción pueda tener en principio, se asegura estar siempre cubierto de cualquier tipo de responsabilidad civil y penal ante un posible siniestro y de que, con el tiempo, adquirirá bonificaciones que le irán descontando su prima.
Elijas la opción que elijas finalmente, recuerda, antes de nada, infórmate y decide con sabiduría.